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La telecabina Benasque-Cerler recibe el visto bueno ambiental para su construcción
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental considera «compatible» el proyecto bajo una serie de prescripciones.
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El proyecto de telecabina monocable entre Benasque y Cerler, promovido por el Ayuntamiento de Benasque, resulta «compatible» con los objetivos medioambientales. Así lo ha resuelto el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), que en una resolución aprobada el 3 de enero y publicada este miércoles en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), formula la declaración de impacto.
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La telecabina es uno de los proyectos del plan de la nieve de Aragón subvencionado con los fondos Next Regeneration, junto a la unión de estaciones. Tiene concedida una ayuda de 10 millones de euros. El Ayuntamiento solicitó la tramitación de la evaluación ambiental en julio del 2022.
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Este proyecto surge como alternativa a la carretera A-139, para descongestionar el tráfico de la misma e incluso limitar su uso, evitándose los graves problemas que existen de acceso a Cerler y a la estación de esquí los días de climatología adversa y los días de fuerte afluencia de esquiadores.
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Se espera un flujo de viajeros de 2.400 personas/hora, con 68 cabinas en línea. Se calcula que el tiempo de viaje a la velocidad máxima será de 5 minutos y 47 segundos. El trazado propuesto para el cable tendrá un desnivel de 370 m, entre las cotas 1.135 y 1.504, y una longitud horizontal de 2.011 m. La línea dispondrá de un total de quince pilonas intermedias, además de las estaciones superior e inferior y de otras construcciones auxiliares.
La operación supone una inversión millonaria: 16,5 millones de la telecabina y 12 millones de un parquin y un área comercial en la estación de salida en Benasque.
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La declaración de impacto publicada este miércoles está condicionada al cumplimiento de una serie de prescripciones. Es especialmente significativo el alto riesgo de inundabilidad de la parcela donde se ubica la estación de salida, que se encontraría dentro de zona de flujo preferente.
Este riesgo de avenidas en la zona es conocido y existen elementos de defensa tanto en el río Ésera como en el barranco del Remáscaro. No obstante, el Inaga indica al promotor que debe estudiar y aplicar todas aquellas medidas necesarias para contrarrestar el riesgo, y evaluar en su caso la modificación de los flujos de las aguas si se plantee la sobreelevación de las parcela.
El expediente de autorización del proyecto constructivo incluirá una declaración responsable del promotor en el que indique que conoce y expresamente asume el riesgo de inundación existente y las medidas de protección civil aplicables.
Por otra parte, durante la ejecución de las obras, se adoptarán todas las medidas oportunas para minimizar daños a la vegetación natural, fauna, medio hídrico y el deterioro general del entorno, incluyendo de manera específica los Hábitat de Interés Comunitario objetivo de conservación del LIC/ZEC ‘Río Ésera’.
Las actividades más ruidosas y molestas como puedan ser los vuelos de helicóptero, excavaciones, anclados, tendidos e izados, cortas y desbroces, etc. deberán ejecutarse fuera del periodo comprendido entre los meses de diciembre a junio, ambos inclusive, de forma que se excluyan los periodos más sensibles para la nidificación y cría del quebrantahuesos y de otras especies forestales.
Durante los dos primeros años de instalación de la telecabina, con una frecuencia quincenal y sin que queden condicionados al funcionamiento de la telecabina, se realizarán recorridos en toda la longitud de la instalación aérea con el fin de detectar ejemplares de avifauna heridos o muertos por colisión.
Un primer informe del Inaga ya indicaba que las pilonas, cabinas, cables aéreos y la calle libre de árboles (se talarán en una franja de 15 metros de ancho por debajo, por si fuera necesario el rescate de los usuarios) supondrán un impacto visual en una zona con unos valores paisajísticos altos, aunque no afectarán a áreas de mayor interés natural, situadas en la cabecera de los valles, dentro del Parque Natural Posets-Maladeta.
Y las estaciones de salida y llegada, aún siendo muy visibles, se ubican en zonas ya muy humanizadas junto al núcleo de Benasque y al aparcamiento de la estación de esquí de Cerler. Respecto a la calidad del aire, valora que con el transporte de los esquiadores por el remonte se reducirá el tráfico en la carretera de Cerler.
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En el procedimiento de evaluación se han recibido alegaciones del Grupo del Partido Popular del Ayuntamiento de Benasque; la empresa de la nieve Aramón, que explota la estación de Cerler; o la Asociación de Vecinos y Amigos de Cerler, Pico Sarllé.
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Fuente: Heraldo de Aragon