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Las posibilidades de la nanotecnología permiten a los investigadores explorar nuevas cualidades y funciones que alargan la vida útil de las estructuras y mejoran sus propiedades.

Parece polvo de cemento normal. Pero tras un breve paso por el radiador de uno de los laboratorios del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC (IETcc), cambia de color y se vuelve más claro. No es una cuestión de estética, sino parte del trabajo de la doctora en Física Gloria Pérez para desarrollar un revestimiento inteligente basado en cementos ecoeficientes termocrómicos que cambian de color con la temperatura.
MICET, como Pérez ha bautizado a su mezcla, es un ejemplo de las posibilidades que está abriendo el trabajo con nanomateriales en el sector de la construcción. La combinación de materiales tradicionales como el cemento con elementos como el dióxido de titanio, el dióxido de silicio y los nanotubos de carbono a nivel estructural permite nuevas aplicaciones para el cemento, pero también que mejore sus prestaciones actuales.
En el caso de MICET –financiado por el Programa Estatal de Innovación del MINECO-, se añaden pigmentos termocrómicos al cemento para que cambie de aspecto a una temperatura denominada crítica. De este modo, el material adquirirá un color oscuro a baja temperatura con lo que variará su respuesta frente a la radiación solar. ¿Con qué fin? Disminuir o aumentar la temperatura superficial de la fachada y con ello mejorar la eficiencia energética del interior. Pérez explica que aunque esta técnica ya se aplica a la pintura, “el reto está en introducirla en un material de construcción”. La investigadora espera contar con un prototipo viable para 2017.
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Además de lograr que el cemento se comporte de forma más respetuosa con el medio ambiente, la nanoadición de distintas partículas también ofrece ventajas sobre otros materiales de construcción. La doctora en ciencias químicas del IETcc Ana Guerrero trabaja para lograr que el hormigón sea capaz de repararse a sí mismo. Guerrero explica: “Los trabajos con autorreparables se hacían desde el exterior, nuestro objetivo es lograrlo desde dentro”.

Ante una fisura interna, las microcápsulas de sílice rellenas de epoxi introducidas por el equipo se rompen y reparan el hormigón. Para hacerlo, sintetizaron y encapsularon las nanopartículas en óxido de silicio, “un componente propio del cemento que permite una compatibilidad buenísima con la matriz”, detalla la responsable.
Gracias a este avance, el hormigón autorreparable de Guerrero es eficaz frente a fisuras de hasta 150 micrómetros de ancho, de acuerdo con una publicación en Cement & Concrete Composites. No obstante, sus nuevos resultados, pendientes de publicación, apuntan a una eficacia hasta los 300 micrómetros, según la investigadora. Guerrero afirma que este avance se traduce en un aumento “de la resistencia del hormigón frente a agentes externos agresivos y, por tanto, en un aumento de su durabilidad

Por si os interesa el tema os adjunto el Link al articulo completo:
http://canalinnovacion.sacyr.com/canalinnova/sin-categoria/cemento-termocromico-y-hormigon-autorreparable-asi-es-el-futuro-de-los-materiales-de-construccion/